La sensibilidad pedagógica nos permite entender a cada estudiante como un individuo más allá del aula de clase, comprendiendo de manera consciente sus fortalezas y dificultades, tanto técnicas como emocionales. De esta manera buscamos cuidadosamente las palabras y gestos que logren potenciar en el estudiante la idea de que tiene las capacidades para alcanzar sus metas. Queremos que el estudiante sienta que se toma en cuenta su sentir y su pensar dentro del proceso de aprendizaje, que valoramos y respetamos su individualidad. Los docentes trabajamos en activar un nivel de percepción que nos permita reaccionar ante las dificultades de los procesos pedagógicos y personales de nuestros estudiantes e intervenir y acompañar su resolución. En lo técnico, el docente debe tener la capacidad de “leer” al grupo como colectivo y como individuos, y generar un plan de trabajo que resuelva las necesidades técnicas y potencie las capacidades del estudiantado.