“Un espacio que hace un tiempo era tan solo paredes blancas y mucha reverberación.
Ahora las paredes blancas tienen poco a poco color, la reverberación la absorben los cuerpos que lo habitan.
Ahora los espejos, el piso, los textos, las canciones, las coreografías, las lágrimas, las risas y el campo de lo simbólico se va convirtiendo en casa para muchos y refugio para otros.”